1 - ¿Por qué es un fenómeno nuevo la construcción de barrios
privados?
2 - ¿Cuál es el rol del estado?
3 - ¿por qué las personas optan por vivir en barrios
cerrados?
4 - ¿Dónde se ubican y por qué se ven favorecidos por la
construcción de autopistas?
Analizar el siguiente texto:
Domingo 26 de agosto de 2012 | Publicado
en edición impresa
Los countries, en el
centro del debate
Mientras los vecinos de barrios cerrados destacan
los beneficios de residir en ellos, los urbanistas los cuestionan
Por Fernando Massa | LA NACION
La primera palabra que
se le viene a la cabeza a María Fitzsimons al hacer un contraste entre la vida
en un departamento de Palermo y la de un barrio cerrado en Pilar es libertad.
Pero no para atribuirla exclusivamente a uno de los dos: en la Capital ve
libertad en tener todo a mano, un quiosco, el gimnasio, y poder moverse con un
colectivo a donde quiera y a la hora que quiera. En el barrio cerrado para ella
la libertad pasa por otro lado: es tener la casa abierta y vivir relajada, es
calentar el auto en la puerta una mañana de invierno el tiempo que sea
necesario sin preocupación alguna.
A sus 23 años, puede dar fe de conocer ambos estilos
de vida: vivió en Beccar hasta los seis o siete años, pero cuando sus padres se
divorciaron, su madre se fue a vivir a un barrio cerrado en Pilar, y su padre
se quedó en la Capital. Y al referirse a la famosa "burbuja" con que
se suele comparar a los barrios intramuros, la acepta en cuanto a "que el
country da poca calle" o "exacerba el miedo de salir al afuera",
pero también la relativiza. A fin de cuentas, cree que depende más de cómo te
críen tus padres o de la predisposición de cada uno para relacionarse con ese
afuera. Usar transporte público desde chica, ir a la cancha a ver a Estudiantes
de La Plata o haber elegido la UBA para estudiar Administración de Empresas le
dieron a ella la chance de conocer ambientes más heterogéneos y de paso
escaparle a la etiqueta.
El arquitecto y doctor en urbanismo Guillermo Tella
hace hincapié en el cambio de configuración territorial que existe a partir del
auge de estas urbanizaciones cerradas de la periferia. "Son las elites
quienes se apropian de las nuevas centralidades emergentes -dice- y, en este
contexto, es el espacio público el que se desarticula, se desdibuja y se rompe.
Con lo cual, el paso de una configuración territorial tradicionalmente
centrípeta a una de tipo centrífugo consagra el fin de un paradigma: el de la
ciudad solidaria, compacta e integrada, y ello pone en evidencia la ausencia de
nuevas utopías."
Esa desarticulación del espacio público en las grandes
ciudades es lo que le preocupa al decano de la Facultad de Psicología y
Relaciones Humanas de la Universidad Abierta Interamericana, Fernando Adrover,
quien apunta que por la inseguridad -tanto la violencia económica como la que
se debe a la inseguridad vial y los medios de transporte-, los niños crecen hoy
con grandes restricciones, perdiendo autonomía personal para decidir a dónde
van, con quién, etcétera. Y, según dice, es en los barrios de menor densidad
poblacional, en los pueblos, en los countries, donde este fenómeno se
neutraliza y los niños pueden ejercer esa parte de su autonomía con la soltura
y flexibilidad que contaban generaciones pasadas.
Sol Marquina, que hoy tiene 23 años y trabaja en
marketing, disfrutó de esa autonomía en el country de Pilar en el que vivió
durante casi toda su vida. "De chica iba a clases de tenis o de golf, algo
que estaba cubierto con el pago de las expensas, y me manejaba todo en bici. Si
hubiese sido en la Capital, tendría que haber ido a un club específico y
hubiera dependido más de mis padres. De hecho, también me hubiesen comprado un
celular a los diez años", dice.
Pero así como eso fue una ventaja, al igual que el
crecer en un ámbito rodeado por el verde y el aire libre, reconoce que ese
estilo de vida a la larga tiene también sus desventajas. Sacando la línea 57,
hasta los veinte y pico nunca se había tomado un colectivo. Y es consciente de
que hoy le falta calle para moverse en la ciudad.
Según la doctora en Antropología Social e
investigadora del Conicet María Carman, para los chicos de los countries el de
afuera pasa a ser doblemente extraño. En su libro Las trampas de la
naturaleza, en el que dedica un capítulo al análisis de estos "barrios
con candado", se pregunta qué es lo que queda dentro de estos barrios. Y
escribe: "Gente de una misma clase social aunque heterogénea, compartiendo
un espacio con sus propias leyes, unidos en torno a un destino similar. Estos
enclaves garantizan que mundos sociales diferentes se encuentren lo menos
posible en el espacio urbano: cerrar el barrio implica también cerrar el azar y
la diferencia".
5 - ¿Por qué la entrevistada
observa libertad en ambos estilos de vida?
6 – Analizar la siguiente frase:
“el country da poca calle”
7 - ¿En dónde se observa la
desarticulación del espacio público?
8 – Explicar la siguiente
afirmación: “cerrar el barrio implica también cerrar el azar y la
diferencia"
Analizar el siguiente texto de
Eduardo Galeano:
Los
de arriba, los de abajo y los del medio
En el océano del desamparo, se alzan
las islas del privilegio. Son lujosos campos de concentración, donde los
poderosos sólo se encuentran con los poderosos y jamás pueden olvidar, ni por
un ratito, que son poderosos. En algunas de las grandes ciudades
latinoamericanas, los secuestros se han hecho costumbre, y los niños ricos
crecen encerrados dentro de la burbuja del miedo. Habitan mansiones
amuralladas, grandes casas o grupos de casas rodeadas de cercos electrificados
y de guardias armados, y están día y noche vigilados por los guardaespaldas y
por las cámaras de los circuitos cerrados de seguridad. Los niños ricos viajan,
como el dinero, en autos blindados. No conocen, más que de vista, su ciudad.
Descubren el subterráneo en París o en Nueva York, pero jamás lo usan en San
Pablo o en la capital de México.
Ellos no viven en la ciudad donde
viven. Tienen prohibido este vasto infierno que acecha su minúsculo cielo
privado. Más allá de las fronteras, se extiende una región del terror donde la
gente es mucha, fea, sucia y envidiosa. En plena era de la globalización, los
niños ya no pertenecen a ningún lugar, pero los que menos lugar tienen son los
que más cosas tienen: ellos crecen sin raíces, despojados de la identidad
cultural, y sin más sentido social que la certeza de que la realidad es un
peligro. Su patria está en las marcas de prestigio universal, que distinguen
sus ropas y todo lo que usan, y su lenguaje es el lenguaje de los códigos
electrónicos internacionales. En las ciudades más diversas, y en los más
distantes lugares del mundo, los hijos del privilegio se parecen entre sí, en
sus costumbres y en sus tendencias, como entre sí se parecen los shopping
centers y los aeropuertos, que están fuera del tiempo y del espacio. Educados
en la realidad virtual, se deseducan en la ignorancia de la realidad real, que
sólo existe para ser temida o para ser comprada.
Fast
food, fast cars, fast life:
Desde que nacen, los niños ricos son entrenados
para el consumo y para la
fugacidad, y transcurren la infancia comprobando que las máquinas son más
dignas de confianza que las personas. Cuando llegue la hora del ritual de
iniciación, les será ofrendada su primera coraza todo terreno, con tracción a
cuatro ruedas. Durante los años de la espera, ellos se lanzan a toda velocidad a las autopistas
cibernéticas y confirman su identidad devorando imágenes y mercancías, haciendo
zapping y haciendo shopping. Los ciberniños navegan por el ciberespacio con la
misma soltura con que los niños abandonados deambulan por las calles de las
ciudades.
Esos niños, hijos de gente que trabaja salteado o
que no tiene trabajo ni lugar en el
mundo, están obligados, desde muy temprano, a vivir al servicio de
cualquier actividad ganapán,
deslomándose a cambio de la comida, o de poco más, todo a lo largo y a lo ancho
del mapa del mundo. Después de aprender a caminar, aprenden cuáles son las
recompensas que se otorgan a los pobres que se portan bien: ellos, y ellas, son
la mano de obra gratuita de los talleres, las tiendas y las cantinas caseras, o
son la mano de obra a precio de ganga de las industrias de exportación que
fabrican ropa deportiva para las grandes empresas multinacionales. Trabajan en
las faenas agrícolas o en los trajines urbanos, o trabajan en su casa, al
servicio de quien allá mande. Son esclavitos o esclavitas de la economía familiar
o del sector informal de la economía globalizada, donde ocupan el escalón más
bajo de la población activa al servicio
del mercado mundial.
EDUARDO GALEANO en “Patas Arriba, la
escuela del mundo al revés”
9 – Explicar la siguiente frase:
“En
las ciudades más diversas, y en los más distantes lugares del mundo, los hijos
del privilegio se parecen entre sí, en sus costumbres y en sus tendencias, como
entre sí se parecen los shopping centers y los aeropuertos, que están fuera del
tiempo y del espacio.”
10 - ¿Por qué vivir en un country
marca un nivel de status privilegiado?
11 - ¿Por qué opone a los
ciberniños con los niños abandonados?
12 - ¿Por qué ni unos ni otros
tendrían escapatoria a esos estilos de vida?
13 - ¿Qué te pareció este texto?
Analizar las siguientes imágenes y responder las preguntas:
14 - ¿Qué puedes reconocer en las
imágenes?
15 - ¿Cómo podés analizar la
ocupación del espacio?
16 - ¿Reconocés alguna
construcción o lugar dentro de las mismas?
17 – Emitir una opinión al
respecto de la temática trabajada